
En los últimos 20 años, cada día estamos más en contacto con artefactos tecnológicos como celulares, tabletas y pantallas , que alteran nuestros ciclos de sueño, desatando una cascada de respuestas no siempre buenas, dejándonos la sensación de que cada vez dormimos peor.
Sin embargo, un análisis de 54 estudios sobre hábitos y calidad de sueño de casi 900 adultos, en distintos tipos de sociedades, desde pequeñas comunidades no industrializadas hasta grandes urbes, arrojó resultados inesperados.
Leela Mckinnon y David Summer, investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, descubrieron que en las comunidades dedicadas a la pesca y caza y actividades agrícolas, el promedio de horas de sueño, por noche, era 6 horas y media; mientras en los países industrializados modernos la media es de algo más de 7 horas cada noche.
Sin embargo, otros datos indican que en las sociedades industriales, algunas veces se duerme más, otras menos y a una hora distinta lo que termina afectando nuestro tiempo de descanso.