Cada primer miércoles de mes, varias familias de personas desaparecidas en México hacen una caminata para exigir justicia y memoria en cada uno de sus casos.
Este mes fue la caminata número 11 y la movilización parece una réplica de la “Ronda de las Madres de Plaza de Mayo”, que inició desde el año 1977, en Buenos Aires, Argentina.
El gobierno golpista de Argentina (1976 a 1983) inició el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” en el que implementó un plan para eliminar de manera sistemática a miles de ciudadanos, a través del secuestro, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada y llevó adelante una política de terror estatal.
En 1977, algunas mujeres, madres de jóvenes que habían desaparecido, empezaron a organizarse y movilizarse para reclamar al Gobierno información acerca de sus hijos cuyo paradero desconocían. Esta caminata era para reclamar por el destino de sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar.
En México, ese reflejo de hace 50 años parece estar presente. Las dictaduras parecieron difuminarse, pero las prácticas por parte de corporaciones militares y policiales siguen vigentes.
Socorro es madre de Jonathan Guadalupe Romero Gil, joven desaparecido por policías municipales de Acapulco, Guerrero, el 5 de diciembre de 2018.
Yo vengo aquí para que nos escuchen y se haga justicia, porque ya casi son tres años y no he sabido nada, no hay investigaciones, ni adelantos ni ningún avance”, expresó la madre de Jonathan.
Ella tiene tres meses asistiendo cada mes a esta caminata de la que se enteró por redes sociales de los colectivos. Durante la movilización explicó a Once Noticias algunos detalles del caso:
“Mi hijo se fue, a jugar fútbol porque a él le gustaba mucho el deporte. Antes de llegar a la cancha los levantaron unos policías a él y a su amigo Carlos Ignacio. Yo pensé que era una revisión de rutina, porque me avisaron que los estaba revisando la policía. No tenía nada en las manos, solo su teléfono”.
Socorro alcanzó a llegar al lugar donde estaba pasando la detención, pero ya no encontró a su hijo. Aun así, le marcó y escuchó por última vez que a su hijo.
Pero desde esa noche ya no supimos nada de él. Apenas había terminado su carrera y ya había comenzado a ejercer su licenciatura de abogado”, comentó Socorro.
Emitió la denuncia en Guerrero, pero solo recibía trabas y amenazas de muerte. Se desplazó de su estado y logró que la Fiscalía General de la República (FGR) tomara el caso.
Algunos detalles que consiguió fue un video donde se ve una patrulla escoltando el automóvil que tira el cadáver de Carlos Ignacio, el amigo de su hijo. Sin embargo, el video ya desapareció, así como el número de patrulla que iba de escolta.
“En lugar de que las autoridades nos ayuden, sólo nos perjudican” concluyó socorro.
Cada primer miércoles de mes, las familias caminan bajo el sol y le dan vueltas a la plancha del Zócalo exigiendo la aparición con vida de sus seres queridos. El mes que entra se cumple un año de estas caminatas, que poco a poco suman más familias en su paso.