Valle de México

Conmemoran con foro el 19 aniversario de Caracoles Zapatistas y Juntas del Buen Gobierno

En evento se recordó la importancia del movimiento zapatista, más aún de la organización social y comunitaria que devino luego del levantamiento de 1994.

Comunidad Otomí residente en Ciudad de México señala que no hay nada que celebrar por Día Internacional de los Pueblos Indígenas dado que demandas no han sido resueltas por gobiernos y que prevalece violencia en comunidades zapatistas

La Comunidad Otomí residente en Ciudad de México, desde la Casa de los Pueblos “Samir Flores Soberanes”, llevó a cabo el foro para conmemorar el 19 aniversario de la creación de los Caracoles Zapatistas y de las Juntas del Buen Gobierno.

En este se recordó la importancia del movimiento zapatista, más aún de la organización social y comunitaria que devino luego del levantamiento de 1994.

En este evento se recordó que “la propuesta zapatista, la construcción política y social, de los municipios autónomos, con los Caracoles y las juntas del buen gobierno, son una propuesta de construcción diferente a la que propone el capitalismo”, expresó Carlos González García, coordinador general del Congreso Nacional Indígena (CNI).

González dijo que algunos aprendizajes de gran valía de esta experiencia, entre algunas otras, son la economía social colectivizada y la participación de las mujeres.

“[…] Se ve poco en México. […] Hay una participación importante de la mujer, no sólo es discursiva, nace de la raíz de las comunidades zapatistas. Es significativo que cumplan 19 años en medio de un cerco económico, político y militar”, agregó.

Por otro lado, Estela Hernández, criticó que en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas (9 de agosto) no es una fecha de celebración dado que consideran que el gobierno traicionó los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996:

“Porque en la intención de alcanzar el ejercicio pleno de nuestros derechos, nos piden intermediarios como si nosotros no tenemos la capacidad de organizarnos. Los que están en la copula del poder creen que sólo ellos tienen la capacidad de organizarnos”, dijo.

En ese mismo tenor, Filiberto Margarito Juan, concejal de la Comunidad Otomí en Ciudad de México, señaló en entrevista con Once Noticias que “cada año que se lleva a cabo el Día Internacional de los Pueblos Indígenas no tenemos nada que celebrar. Celebramos los Caracoles, a los compañeros zapatistas que han hecho mucho por sus pueblos. De este lado no celebramos, porque los gobiernos nos tienen pisoteados y nos discriminan. Nos despojan de nuestra lengua. Nosotros tenemos mucho tiempo en las ciudades y el gobierno hace caso omiso” expresó.

El Concejal dijo que este día no se celebra dado que no se han dado cumplimiento a sus demandas, que fueron llevadas desde hace un año –están próximos a cumplir 2 años de la toma de las instalaciones del INPI– y en el que piden acceso a su derecho a la vivienda, la salud y la educación, “exigimos a este gobierno que buscamos el diálogo y solución inmediata, no podemos esperar 20 ó 30 años más”, enfatizó.

Agregó que piden el derecho a vivir y habitar en esta Ciudad.

Con respecto a los Caracoles, Estela señaló que prevalece la violencia sistemática en las comunidades zapatistas, ya que hay presencia de grupos de choque. No obstante, reconoció la decisión de las comunidades zapatista para autogobernarse y no tener intermediarios en sus decisiones. Esto, dijo, es uno de los legados y aprendizajes que ha dejado el zapatismo en otras comunidades: la organización.

La periodista Gloria Muñoz, en su participación, recordó que la negación a celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas deviene de que es una fecha impuesta por gobiernos y organismos, pero no deviene de los pueblos. Además, este día se da en medio de una racha de violencia que afecta a las comunidades zapatistas.

Muñoz expresó que el corazón de la autonomía, en el caso del aniversario de los Caracoles y del buen gobierno, es la cotidianidad de la resistencia, porque es una historia que se construye todos los días. Relató que esta resistencia se ha dado no sólo a raíz del levantamiento zapatista, sino que se antecede desde antes, cuando desde la clandestinidad los pueblos comenzaron a organizarse.

En ese sentido dijo que se suele confundir el movimiento político y militar con la organización social. Explicó que la organización político militar se aglomera en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) mientras que los Caracoles nacen después como una forma de aglomerar la organización social y comunitaria, “es un primer desafío de la organización y de las autoridades autónomas y civiles que se encargan de la estructura autónoma zapatista y se intersecta con el zapatismo”.

Además, agregó que los Caracoles son una demarcación geográfica y física que contempla la noción de territorio y que sin él no se forja autonomía, dado que son las regiones organizativas de las comunidades zapatistas. Al interior de ellos se respeta la diferencia “hay una defensa interna de su propia cultura, es inédito en el mundo”, dijo Muñoz.

Los Caracoles fueron creados en el año 2003, para reemplazar a los Aguascalientes que era la forma anterior de organización. En lo que respecta a las Juntas del Buen Gobierno se conformaron con representantes de las comunidades de los municipios autónomos zapatistas, de cada Caracol. En la actualidad hay 12 Caracoles en Chiapas.

Durante los primeros 15 años del trabajo del EZLN había cinco que fueron representativos: Oventic, La Garrucha, Roberto Barrios, La Realidad y Morelia.

Con este evento comenzó la Jornada de Lucha por la Autonomía y la Resistencia de los Pueblos que se extiende hasta el 12 de octubre, fecha conmemorativa para la Comunidad Otomí ya que se cumplen dos años de la toma de las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y en la que según denunciaron al medio no ha existido apertura por parte de las autoridades para atender sus demandas.

Al finalizar este evento, representantes de la Comisión Federal de Electricidad se presentaron en la Casa de los Pueblos, para cortar la electricidad por un adeudo de 350 mil pesos que hay en este inmueble, por lo que la Comunidad Otomí aseguró que tal adeudo por parte de Adelfo Regino Montes, titular del INPI.

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