Mo Farah, atleta y campeón olímpico, fue víctima de trata de personas.
“La mayoría de la gente me conoce como Mo Farah, pero no es mi nombre y no es la realidad; la historia real es que nací en Somalilandia, al norte de Somalia, como Hussein Abdi Kahin. A pesar de lo que he dicho en el pasado, mis padres nunca vivieron en Reino Unido”, comentó el atleta.
Reveló a la BBC que una mujer lo sacó de Yibuti -en África- y lo llevó a Reino Unido con documentos falsos en 1992, cuando tenía nueve años.
En Londres, ya con el nombre de Mohamed Farah, fue forzado a trabajar como empleado doméstico y cuidar niños de una familia a cambio de comida.
No me trataron como parte de la familia. Siempre fui ese niño que hizo todo; si quería comida en mi boca, mi trabajo era cuidar a esos niños, bañarlos, cocinar para ellos, limpiar para ellos y ella me decía: si alguna vez quieres ver a tu familia otra vez, no digas nada”, narró.
Tres años después ingresó a la escuela y descubrió su amor por el deporte y la pista.
Reveló su situación al maestro de educación física, Alan Watkinson, quien acudió a servicios sociales.
La vida de Farah cambió y 10 años después se reencontró con su madre, Aisha, que lo buscó incansablemente.
“Una madre y un hijo nunca están distantes excepto en la muerte. Pero tuve un impulso maternal de encontrarlo y supe que estaba en el Reino Unido”, dijo Aisha, madre de Mo Farah.
El atleta mencionó que al revelar su historia, pretende cambiar la percepción sobre el tráfico de personas y la esclavitud.
El ganador del oro en los 5 mil y 10 mil metros planos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016, ahora correrá la Maratón de Londres, en octubre próximo.