Los legisladores demócratas y la Casa Blanca rechazaron una propuesta republicana de dividir el plan de rescate de 1.9 billones de dólares en tramos menores.
Los legisladores parecían dispuestos a aprobar por mayoría el enorme paquete de ayuda económica y contra el virus sin el aporte de la oposición.
A pesar de las exhortaciones a la unidad del presidente Joe Biden, los demócratas dijeron que, ante la persistencia de las altas cifras de desempleo y el mal estado de la economía, no están dispuestos a suplicar un apoyo republicano que podría no materializarse.
Tampoco quieren limitar la magnitud y el alcance de un paquete que, dicen, proveerá los fondos que se necesitan para distribuir vacunas, reabrir escuelas y enviar dinero a hogares y negocios.
Biden ha apelado directamente a los legisladores de ambos partidos a la vez que enfatiza la prioridad de avanzar.
Tenemos mucho que hacer y lo primero que tenemos que hacer es aprobar este paquete del Covid-19″, señaló Joe Biden.
El enfrentamiento sobre la primera prioridad legislativa de Biden ha transformado el nuevo plan de rescate en una prueba política.
Para el nuevo Gobierno, para el control demócrata del Congreso y para el papel de los republicanos en un paisaje político post-Trump.
El éxito le daría a Biden un gran logro político en los primeros 100 días en funciones, al liberar 400 mil millones de dólares para ampliar las vacunaciones y reabrir las escuelas, pagos directos de mil 400 dólares a los hogares y otras prioridades, como el aumento gradual del salario mínimo federal a 15 dólares la hora.
El fracaso sería un revés de gran repercusión en el inicio de su presidencia.
Los legisladores y senadores demócratas están operando con la conciencia de que el tiempo apremia.
El líder del bloque mayoritario en el Senado, Chuck Schumer, y la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, están sentando las bases para forzar la aprobación a partir quizá de la semana próxima.
Están elaborando un proyecto que iniciaría el proceso para aprobar el paquete de rescate por mayoría simple de 51 votos en el Senado en lugar del umbral habitual de 60 votos para aprobar una ley.
El objetivo sería aprobarlo antes de que caduquen las prestaciones por desempleo, ayuda para vivienda y otras disposiciones similares en marzo.