Internacional

OIEA inicia supervisión de vertido del agua de Fukushima en el mar

El Organismo Internacional de Enérgica Atómica (OIEA) prometió este jueves un examen completo y objetivo del controvertido proyecto de Japón de verter en el mar el agua de la dañada central nuclear de Fukushima Daiichi, una operación que debe llevarse a cabo a lo largo de varias décadas.

 

El OIEA recibirá la opinión de expertos, incluyendo de China y Corea del Sur, países vecinos de Japón, que en su momento criticaron de inmediato la decisión de Tokio”, subrayó Lydie Evrard, vicedirectora general del organismo en una conferencia de prensa en línea.

 

Este examen completo y objetivo incluirá varias misiones y visita técnicas en los próximos meses y años”, agregó.

Más de un millón de toneladas de agua proveniente de lluvias, napas subterráneas o inyecciones necesarias para enfriar los centros de los reactores que entraron en fusión tras el tsunami de 2011 están almacenadas actualmente en unas mil cisternas en Fukushima, cuya capacidad se encontrarán muy pronto saturada.

Esta agua ya fue tratada para limpiarla de la mayoría de las sustancias radiactivas, pero no del tritio, que no puede ser eliminado con la tecnología actual.

Tras años de reflexión, el Gobierno japonés decidió en abril verter de manera progresiva esta agua en el Océano Pacífico a partir de 2023, a pesar de la preocupación de los países vecinos, las organizaciones medioambientales y de los pescadores y agricultores de Fukushima, que temen que afecte aún más la imagen de sus productos.

Sin embargo, Japón señala que la seguridad del vertido estará garantizada porque el agua será tratada de manera previa y diluida para que su contenido en tritio esté por debajo de las normas reglamentarias japonesas.

Esta solución fue aprobada por el OIEA, que la juzgó técnicamente posible y conforme a las prácticas corrientes de las centrales nucleares en el mundo entero y que aceptó controlar la operación durante toda su duración.

Según expertos en radiaciones, el tritio es solo peligroso para la salud humana en altas dosis concentradas, una situación en principio excluida a raíz de un vertido muy gradual y de su dilución en el mar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button