Internacional

Suman ocho muertos en Irán en protestas por la joven Mahsa Amini

El enojo público estalló cuando las autoridades anunciaron la muerte de Mahsa Amini, luego de su arresto por la policía de la moral.

Al menos ocho manifestantes murieron durante las protestas de los últimos días en Irán, a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, joven de 22 años, tras haber sido arrestada por la policía de la moralidad, según un balance.

El enojo público estalló cuando las autoridades anunciaron la muerte de Amini, luego de su arresto por la policía de la moral, encargada de hacer cumplir un estricto código de vestimenta para las mujeres, en particular el porte del velo en público.

Amini estuvo en coma tras su detención y murió el viernes, tres días después de haber sido hospitalizada. Según las autoridades iraníes, la joven falleció por causas naturales, pero activistas y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos afirman que fue golpeada violentamente en la cabeza y contra un vehículo de la policía.

Este miércoles, los medios estatales iraníes informaron que, en la quinta noche de protestas callejeras en 15 ciudades, la policía uso gas lacrimógeno y efectuó arrestos para dispersar multitudes de hasta mil personas.

Asimismo, Ismail Zarei Koosha, gobernador del Kurdistán iraní, la provincia natal de la joven, indicó el martes que tres personas murieron en las protestas, sin especificar cuándo. Como otras autoridades, culpó de las muertes a “un complot del enemigo”.

En tanto, el comandante de la policía de Kurdistán, Ali Azadi, anunció la muerte de otra persona, según la agencia de noticias Tasnim.

Además, otros dos manifestantes murieron en la provincia de Kermanshah, indicó el fiscal de esa región, Shahram Karami, acusando a “agentes contrarrevolucionarios”, según citas recogidas por la agencia FARS.

Por último, el grupo de defensa de los derechos de los kurdos Hengaw -radicado en Noruega- indicó este miércoles que otros dos manifestantes, de 16 y 23 años, habían muerto durante la madrugada en la provincia de Azerbaiyán Occidental.

También informó que unas 450 personas habían resultado heridas y que cerca de 500 fueron arrestadas, unas cifras que no pudieron ser contrastadas con una fuente independiente.

“¡Sí a la libertad!”

Algunas manifestantes desafiaron a las autoridades quitándose los hiyabs y prendiéndoles fuego, o cortándose el pelo entre la multitud, según unas imágenes de video que se hicieron virales en las redes sociales.

“¡No al velo, no al turbante, sí a la libertad y a la igualdad!”, gritaron los manifestantes en Teherán. Las protestas generaron una ola de solidaridad internacional y en otras ciudades como Nueva York o Estambul se organizaron manifestaciones de apoyo.

Los manifestantes lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad y prendieron fuego a vehículos de la policía y contenedores, informó la agencia de noticias oficial IRNA, que reportó concentraciones en ciudades como Mashhad, Tabriz, Isfahán y Shiraz.

El acceso a Internet sufrió restricciones, según el grupo de monitoreo Netblocks. La muerte de Amini y al respuesta de las fuerzas de seguridad iraníes ante las protestas provocaron clamor internacional y fueron condenadas por la Organización de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Francia y otros países.

Al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, el secretario británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, dijo que los líderes iraníes deberían notar que la gente está descontenta con la dirección que han tomado. Hay otro camino que podrían tomar.

Pero el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ultraconservador, acusó en Nueva York a Occidente de tener un “doble rasero” sobre los derechos de las mujeres.

Según dijo Raisi ante la Asamblea General de la ONU, los occidentales solo tienen la atención puesta “en un lado y no en todos”, aludiendo a las muertes de mujeres de pueblos indígenas en Canadá y las acciones israelíes en los territorios palestinos.

Impacto tremendo

Estas protestas son las de mayor alcance ocurridas en Irán desde las registradas en noviembre de 2019 por el aumento del precio del combustible.

“Unas manifestaciones que suponen un impacto tremendo, una crisis e la sociedad iraní”, indicó el experto en la República Islámica David Rigoulet-Roze, del Instituto Francés para los Asuntos Internacionales y Estratégicos.

Además, dijo que es difícil saber cuál será el resultado, pero que existe una desconexión entre las autoridades, con su ADN de la revolución islámica de 1979 y una sociedad cada vez más secularizada.

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