A partir de noviembre comenzará a aplicarse una nueva norma para verificación vehicular, aprobada por el Gobierno Federal.
Con ella se pretende garantizar la seguridad de los pasajeros y evitar accidentes, por lo que obligará a revisar las condiciones físico-mecánicas de los automóviles que circulan en el país y cuyo peso no exceda los 3 mil 857 kilos.
La verificación contempla revisión de carrocería, sistema de frenos, suspensión, dirección, así como las condiciones del motor y la transmisión de los automotores.
De acuerdo a las condiciones se le dará la clasificación de “DL” si son daños leves, pero no tienen un efecto significativo en la seguridad del vehículo; “DG” defectos graves, que ponen en riesgo la seguridad de terceros y por lo tanto se le inhabilitará para circular excepto para su traslado a un taller, para repararlo; y por último “DMG” daños muy graves, que constituyen un riesgo directo a la seguridad vial y que inhabilitan al vehículo para circular, por lo que será remolcado.
La inspección se aplicará cada dos años a todos los vehículos de transporte particular con más de cuatro años de antigüedad; cada año para los de más de 10 años y también para vehículos nuevos de uso intensivo.
Esta revisión técnica podría hacerse al mismo tiempo que se hace la verificación de emisiones contaminantes.