Internacional

Sismo en Turquía y Siria deja, al momento, más de 6 mil muertos y 23 mil heridos

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias del sureste azotadas por el sismo.

Este martes 7 de febrero, los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria luchan contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya superó los 6 mil muertos.

La ayuda internacional debe empezar a llegar a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas. La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7.8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak.

En Turquía, el número de muertos se elevó a 4 mil 544, según el último balance de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias. El vicepresidente Fuat Oktay dijo que había más de 20 mil 534 heridos.

En Siria, al menos mil 712 personas fallecieron y más de 3 mil 640 resultaron heridas, según los balances de las autoridades de Damasco y de los equipos de rescate de las zonas rebeldes.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias del sureste azotadas por el sismo.

Foto: AFP.

23 millones de personas expuestas a las consecuencias del sismo

Con base en los mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que 23 millones de personas están expuestas a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.

“Es una carrera contra el reloj”, advirtió el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

A veces con las manos desnudas, los socorristas continuaron la dramática búsqueda de supervivientes durante la noche, desafiando al frío, la lluvia o la nieve y el riesgo de nuevos derrumbes.

Foto: AFP.

Primera ayuda internacional

Las malas condiciones meteorológicas en la región de Anatolia complican las labores de rescate y ensombrecen las perspectivas de los supervivientes, que se calientan en tiendas o junto a hogueras improvisadas.

La ayuda internacional a Turquía debe empezar a llegar el martes con los primeros equipos de socorristas procedentes de Francia y Qatar.

El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió a su homólogo turco “toda la ayuda necesaria, sea la que sea”.

El contingente francés pretende llegar hasta Kahramanmaras, en la zona del epicentro, una región de acceso difícil y sepultada bajo la nieve.

China anunció este martes el envío de una ayuda de 5,9 millones de dólares, que incluirá grupos especializados en el socorro en entornos urbanos, equipos médicos y material de urgencia.

Según Erdogan, 45 países ofrecieron ayuda, incluido Ucrania, que anunció el envío de 87 socorristas a Turquía, a pesar de estar en plena guerra con Rusia.

En cambio, el llamado lanzado por el Gobierno de Siria recibió por ahora respuesta de Moscú, su aliado, que prometió equipos de socorro “en las próximas horas”, además de 300 militares rusos que ya se encuentran en el lugar para ayudar en el rescate.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también reaccionó, pero insistió en que la ayuda debe llegar a toda la población siria, incluida la parte que no está bajo control de Damasco.

La Media Luna Roja siria instó a la Unión Europea a levantar las sanciones contra el régimen.

Dormir al aire libre

Los balances a un lado y otro de la frontera no dejan de aumentar y, teniendo en cuenta la magnitud de la destrucción, pueden seguir la misma tendencia.

Solo en Turquía, las autoridades contabilizaron casi 5 mil inmuebles derrumbados.

Además, la caída radical de las temperaturas conlleva un riesgo suplementario de hipotermia para los heridos y las personas atrapadas bajo los escombros.

El lunes, se registraron hasta 185 réplicas, además de las dos sacudidas principales: una de 7.8 en medio de la noche (04H17 locales) y la otra de magnitud 7.5 al mediodía.

Foto: AFP.

Las réplicas continuaron durante la madrugada del martes. La más fuerte, de magnitud 5.5, ocurrió a las 6H13 locales (3H13 GMT) a 9 km al sureste de Gölbasi (sur de Turquía).

Las autoridades turcas habilitaron gimnasios, escuelas y mezquitas para albergar a los supervivientes. Pero por temor a nuevos sismos, muchos habitantes prefirieron pasar la noche al aire libre.

Es el terremoto más importante en Turquía desde el ocurrido el 17 de agosto de 1999, que causó la muerte de 17 mil personas, un millar de ellas en Estambul.

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